En Ferretera del Norte, hemos indagado sobre la persona que ideó el diseño original de estas mascarillas, que tanto protagonismo están adquiriendo en nuestras vidas desde que comenzó la pandemia del COVID-19.
Hemos encontrado una historia curiosa en torno a la invención de este producto que hemos querido compartir con nuestros lectores.
Bajo el título ‘Personajes que marcaron la historia de la prevención de riesgos laborales’, la Asociación de empresas de equipos de protección individual (Asepal) publicaba hace unas semanas en su página web cómo se inventó este modelo de mascarilla, que tanta presencia está teniendo en nuestras vidas desde que comenzó la pandemia del COVID-19.
También revistas femeninas como Vanity Fair, Women Now o Mujeres con Ciencia se han hecho eco de la historia de la mujer (ya damos la primera pista) que inventó y diseñó estas mascarillas. Pero, para contrastar la veracidad de esta información aparecida en diferentes páginas web, y no porque no nos fiemos de ellas, sino porque ésa es la tarea principal de los periodistas, hemos recurrido a la fuente original: el instituto de diseño que lleva su nombre y que se encuentra en Seattle, la ciudad más grande del estado de Washington (EE UU).
En qué se inspiró la inventora de las mascarillas KN95
Así, es el propio ‘Instituto de Diseño Sara Little Turnbull‘ (y ése es el nombre de la protagonista de esta historia) el que certifica en su página web que esta diseñadora, profesora y directora de revistas estadounidense fue la inventora de las mascarillas KN95 y se inspiró (¡atención!) en una prenda interior femenina: el sujetador.
De hecho, Sara Little Turnbull (1917-2015), que asesoró al Gobierno estadounidense en el diseño de productos durante más de seis décadas, fue una de las primeras diseñadoras industriales de Estados Unidos y una de las primeras mujeres en tener éxito en una industria de diseño posterior a la Segunda Guerra Mundial dominada por hombres. Como muestra, un botón: Sara Little trabajó con grandes firmas como Coca-Cola, Marks & Spencer, DuPont, Ford, Nissan, Pfizer (empresa que ahora trabaja en una de las vacunas contra el COVID-19), Revlon, Elizabeth Arden, Motorola y Volvo, además de colaborar con la NASA (la agencia espacial estadounidense).
© 1992 Anne Mandelbaum para Sara Little Turnbull, Centro del Instituto de Diseño
Cómo inventó Sara Little Turnbull las mascarillas KN95
En el marco de esos programas de diseño en los que colaboraba como asesora, en los años 50 del pasado siglo Sara Little Turnbull probaba una solución para las mascarillas que llevaba el personal sanitario y que continuamente trataban de ajustarse con escaso éxito. En un primer momento pensó que una hombrera podría servir, pero comprobó que no era suficiente para su propósito.
Así, la diseñadora vio la copa de los sujetadores como la opción ideal para que la futura mascarilla pudiera ajustarse al rostro del personal sanitario y, a la vez, y partiendo de una serie de tejidos que utilizaba 3M, empresa con la que colaboraba, pudiesen transpirar y simultaneamente proteger de manera eficaz a las personas que la utilizasen.
En 1961, la empresa 3M patentó una mascarilla antipolución basada en el concepto ideado por Sara Little, con bandas elásticas en lugar de las cuerdas que la sostenían y resultaban dificilísimas de ajustar. Finalmente, la mascarilla KN95, parecida a la que conocemos y usamos hoy en día, llegó al mercado en 1972.
Primero, y así lo refiere Vanity Fair, tuvo uso industrial; y después, con mejoras de la mano de Peter Tsai, científico taiwanés, ya fue empleada en el ámbito sanitario. Las mascarillas recibieron las denominación de KN95 (en referencia a la homologación china, a diferencia de la de EE UU, que son las N95) porque eran capaces de filtrar el 95 % de las partículas que había en el aire.