La Venta ‘online’ de herramientas aumentó un 86% en el primer semestre del año, en un contexto en el que el canal tradicional sufre la caída del consumo y las ventas.

En medio de una coyuntura económica compleja y con la retracción generalizada del consumo, el sector feterrero local se apalanca en el e-commerce para expandirse y revertir la caída de las ventas producida en el canal tradicional.
«La industria viene sufriendo bajas en el volumen de la comercialización de productos destinados tanto al consumo particular y hogareño como el industrial«, destaca Hugo Saidón, de la Cámara de Ferreterías y Afines de la República Argentina (CAFARA). El especialista señala que en el primer caso el descenso interanual ronda el 20%, mientras que en el segundo la contracción registrada de un año a otro se acerca al 15%.
«La demanda industrial no es tan uniforme como la doméstica. Este segmento eludió en los últimos meses los efectos de la recesión, ya que muchos de los clientes corporativos que consumen grandes cantidades de estos insumos forman parte de la industria minera, petrolera y agrícola, que se volcaron a la exportación fundamentalmente, con mayores márgenes de rentabilidad. Entonces, la actividad ferretera no se vio tan afectada como la de otros sectores de la economía«, explica el vocero de la cámara.
Así, gana terreno esta modalidad de compra, impulsada por las nuevas tendencias de consumo, basadas en la frecuente renovación de espacios, el mayor número de reparaciones domésticas y el “hágalo usted mismo”, que llevan a los consumidores a adquirir herramientas para uso propio mediante el canal online. Así, en la Argentina, aumentó el porcentaje de personas que compran de manera regular (al menos una vez al mes en el último año) instrumentos ferreteros.
De los adultos conectados, el 90% compró alguna vez por medios electrónicos y siete de cada 10 tienen al menos una aplicación de e-commerce instalada en sus celulares o tablets. Las búsquedas son realizadas cada vez más desde dispositivos móviles, siendo el smartphone el aparato más utilizado, según describe el informe.
Otro dato que aporta el estudio es el aumento del 68% en las ventas relacionadas al rubro de materiales y herramientas de construcción respecto de 2017. «Este incremento repercute en el mercado ferretero, generando una tracción a la venta de mostrador, que complementa la compra digital», detalla Julián Conti, director Comercial de Flag! y autor de la investigación.
Según Conti, el rubro todavía tiene un largo camino por recorrer a la hora de pensar sus operaciones en el mundo virtual. «Es decir, no evolucionó como lo hicieron otros y aún tiene un potencial para aprovechar», afirma, a lo que Saidón menciona: «Cada vez más usuarios se vuelcan a esta modalidad de compra, que brinda distintas facilidades en cuanto al acceso a los productos de una manera cómoda y ágil».
Por estos días, la industria prepara la 15° Exposición Internacional de Artículos para Ferreterías, Sanitarios, Pinturerías y Materiales de Construcción, que se llevará adelante del 28 al 31 de agosto en el Centro Costa Salguero (Ciudad de Buenos Aires).
Para los expertos consultados, aún es prematuro predecir el escenario que se avecina. «La coyuntura actual, sin dudas, va a afectar al comercio. No obstante, proyectamos que la tasa de transacciones virtuales sea más alta que las físicas», adelanta Conti. «En esta turbulencia, es difícil anticipar lo que se viene. Si la tormenta persiste, es indudable de que todas las actividades económicas se verán afectadas, al igual que la nuestra», indica Saidón.
Desde CAFARA, organizadora de ExpoFerretera junto con Messe Frankfurt, sostienen que el sector agrupa a aproximadamente 14.000 empresas, que van desde comercios unipersonales hasta compañías que superan los 150 trabajadores, empleando a un total de 34.000 personas.

Específicamente, aproximadamente el 90% de las firmas son ferreterías barriales, mientras que cerca del 10% restante son negocios industriales. Los mayoristas representan el 1% del total.
Su distribución geográfica está fuertemente asociada a la densidad poblacional y al desarrollo industrial: la zona central del país –formada por el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Córdoba y Santa Fe– la región que concentra la mayor cantidad de puntos de venta.