Cuando gestionas una ferretería, cualquier otro tipo de tienda o estás trabajando para otros, es muy habitual que se apodere de ti la rutina y una jornada laboral similar a la del día anterior.
La rutina o monotonía laboral es una actitud habitual en el entorno laboral y se caracteriza por la falta de dinamismo que puede desencadenar en un factor de aburrimiento, apatía y estrés frente al trabajo.
Cuando adoptamos este estado puede acabar repercutiendo en la imagen/estado de la tienda, en el número de ventas y el desánimo general de la persona que trabaja en la ferretería
Esta sensación, así como la pasividad, debe ser combatida con acciones y propuestas. Por este motivo, se recomienda realizar a diario una serie de preguntas que debemos contestar obligatoriamente:
Preparación y disposición: las dos claves
La preparación de una jornada se compone de dos partes: dejarlo todo correcto el día anterior antes de cerrar la ferretería y la predisposición para hacer nuevas cosas el día siguiente.
Es muy importante empezar a trabajar sin presión y sabiendo qué hacer y cómo
En la ferretería, la falta de preparación también conlleva riesgos, como no poder hacer todo lo que hay que hacer para funcionar ese día, que los clientes no compren más porque no encuentra lo que buscan o se les hace esperar demasiado
Por todos estos motivos es recomendable hacerse unas preguntas básicas de puesta a punto antes de empezar cada jornada:
- ¿Cuál es la cifra necesaria y obligatoria que hemos de conseguir hoy? Es necesario conocer cuáles son nuestros objetivos de facturación en un día para intentar conseguirlo
- ¿Está en la ferretería todo preparado y dispuesto para la venta? Contestar esta pregunta es básico, ya que, sin una preparación en el punto de venta, resulta difícil vender
- ¿Están preparados todos los compromisos o entregas para el día de hoy? Ocurre con bastante asiduidad que una vez que un cliente nos ha hecho un encargo, y aún más si lo ha pagado, ya pierde la importancia que tiene. Por este motivo, debemos de tratar igual o mejor a un cliente que nos compra por primera vez que al cliente que viene a recoger un encargo o presupuesto.
- ¿Qué visitas de comerciales, recepciones de material, repartos a clientes, etc., tenemos previstas para el día hoy que nos pueden interrumpir la consecución de nuestro objetivo de facturación? No podemos permitir que nada ni nadie nos impida conseguir nuestra cifra de ventas que nos hemos fijado.
Sugerencias y comentarios:
- Antes de empezar cada jornada, debemos mantener una breve reunión con el equipo de ventas para plantear el día.
- Se recomiendo plantearse unas breves preguntas para comprometernos a realizarlo.
- Mantener el entorno de trabajo en condiciones y saber lo que hay que hacer ese día nos quita la tensión y nos facilita el trabajo.
- No se puede conseguir nada que no se haya fijado: es necesario saber lo que hay que hacer hoy para hacerlo.