Quien olvida sus errores está condenado a repetirlos… pero atreverse a hacer cosas nuevas y aprender de los obstáculos hará más fuerte al ferretero, a su empresa y a sus trabajadores.
Es indudable que la crisis vivida en pandemia, las medidas de aislamiento, el cambio de prácticamente todas las dinámicas de la vida cotidiana, han sido duras para todos los sectores de la economía, pero especialmente para las ferreterías ha sido una prueba de supervivencia en modo literal, vivir en medio de la incertidumbre. Ya cuando se retoman rutinas que construyen una normalidad que reanima a la economía,
1. La importancia de las ferreterías: Las ferreterías se revelaron como negocios esenciales para las comunidades; tanto en la cadena de suministro de sectores como la construcción y la manufactura, como para proveer servicios básicos, productos de protección, higiene y limpieza, que se volvieron de primera necesidad para el mantenimiento de los hogares.
2. Comunicación digital: Adoptada hoy a velocidad incrementada por el sector ferretero, que en su gran mayoría, ha sido reacio a adoptar herramientas como las redes sociales, el e-commerce, el marketing online, entre otros. Según un estudio de la agencia Valor de Ley la nueva situación plantea lo que fue una oportunidad para el castigado sector ferretero, dar cuidado a “las plataformas online, pues aun cuando la mayoría de las tiendas permanecen cerradas, es el único canal de comunicación actual -y abierto 24 horas- entre marca y cliente”.
Esta situación de crisis obliga a las marcas a cambiar su manera de comunicarse con su público. El contenido comercial y transaccional y actividades presenciales, eventos, ferias han migrado a lo digital. Fortalecer relaciones y empatía, dice el portal Fierros “el ferretero ya no puede limitarse a esperar que el cliente venga a su ferretería para atenderlo muy bien. Debe salir a buscarlo”.
4. Asesor y amigo: El ferretero que asume un rol cada vez más activo, más allá de solo ofrecer productos, fideliza convirtiéndose en la mano derecha de sus clientes en cada proyecto.
5. Fluida negociación: Resolver cada situación con una comunicación oportuna, clara y directa, recordando también fortalecer cada eslabón de la cadena de suministro. La falta de liquidez, los desajustes de abastecimiento, se deben atender con paciencia, lograr acuerdos con flexibilidad. Lo cual hará que, aun presentándose algún tipo de pérdida, se minimice.
6. Valorar a los empleados: Darles apoyo al mismo tiempo que nuevas responsabilidades ha revelado al personal valioso. Lograr éxito en la aplicación de los protocolos de bioseguridad, en cada nueva estrategia de trabajo, viene de contar con un equipo confiable y aliado. De modo que es importante que esté cada vez más cerca de sus colaboradores y funcionen como un buen equipo, todos hacia un mismo lado.
7. Esperar lo mejor, preparándose para lo peor: El mayor aprendizaje es la preparación y estar alerta. Pensar en factores que mantienen el dinamismo en el negocio en cualquier condición, como la liquidez, medios de pago, delivery, proveedores alternativos, la comunicación digital, y solventar las debilidades que generaron impacto en cada negocio, para que no se repitan.
8. Fortalecer lazos: La pandemia “es un momento clave para hacer Branding. Cuando todo pase, el consumidor recordará quién le ha acompañado durante el confinamiento y pueden salir con una percepción de marca reforzada” dice Valor de Ley. Marketing and Advertising.